martes, 7 de mayo de 2013

Capitulo 2

La luz cegó mi despertar, el sol entraba a chorro por la ventana dándome directamente en los ojos. Miré a mi al rededor, a saber en dónde estaba. Me sorprendí estaba en mi piso, pero había algo raro aunque no lograba identificar el qué.

Recordé lo sucedido ayer, ¿fue real o un sueño? Aún veía esos ojos, la sangre, el miedo, aquel beso... Me miré buscando algún rasguño de los muchos que me hice en mi torpe carrera por el bosque que pudiera demostrarme que realmente no era un sueño, y que no tenía una mente tan macabra como para mostrarme todo aquello. Nada, estaba intacta, ni un corte, ni un moretón... ¿Entonces lo había soñado realmente? No, me negaba a creer que soñé el mejor beso de mi vida, a aquel muchacho... Y entonces lo vi: un as de picas ¿que hacía allí? "... Pero tienes que encontrarme..." recordé que me había dicho la noche anterior, ¿era una pista para dar con él? No tenía ni idea, pero sabía que tirada en la cama, mirando un naipe no lo iba a descubrir.

Me levanté de la cama y me vestí como un rayo, tenía que averiguar que mierda había pasado esa noche. Salí de casa y me dirigía a toda velocidad a la plaza del incidente. Me paré en seco. No tenía ni idea de por donde quedaba ese sitio. Estaba completamente perdida.

- ¿Yumi? - oí una voz a mi espalda y el resonar de una bolsa llena de compra cayéndose al suelo. - ¡Dios mio! - Era un chico de mi edad, más pequeño diría yo por su cara de niño, pero de altura me sacaría una cabeza, tenía los ojos como platos como si yo fuera un fantasma.

- ¿Quien eres? -pregunté.

- No me recuerdas, bueno eso es normal. - dijo más para sí que para mi - No deberías salir, vamos a casa.

- No me voy contigo a ningún lado, no sé quién eres.

- Soy Will, la persona que te ha estado cuidando estos dos años.

- ¿Qué? ¿Por qué tu..? - las incógnitas aumentaban en mi cabeza, cada vez mi mundo estaba más del revés.

- Vamos a dentro y te explico todo, ¿vale? - me tendió la mano, se la cogí, no se porqué pero ese muchacho me daba confianza.

Entramos de nuevo en el piso y entonces caí en la cuenta de que me parecía raro: había cosas de hospital por todos lados, pequeñas cosas que con las prisas y el shock no me había dado cuenta.

- Will, empieza a hablar ya, porque ahora mismo no se qué esta pasando y estoy muy asustada y confusa. - le supliqué sentándome en una silla y agarrándome la cabeza para haber si presionándola se me ordenaba un poco. - ¿Que ha pasado en mi vida?

- Hace dos años pasaron cosas, - al ver mi cara de que me contara con detalle todas y cada una de esas "cosas" añadió rápidamente - que no te diré aun, y por ciertas causas te quedaste en coma. El primer año mejorabas poco a poco, pero llegaste a despertar. Fue de los mejores momentos de mi vida. - sonreía como un niño que le dicen que va a ir a un parque de atracciones por primera vez, era superlindo. - Pero te estancaste, eras como un robot. Los médicos decían que tu cuerpo respondía pero tu mente se había quedado bloqueada por algo.

- Pero hay algo que no entiendo, ¿por qué me cuidabas tu? ¿Y mi familia?

- No tienes, ni tu ni yo. Somos huérfanos, nos criamos juntos. Eramos inseparables, los mejores amigos. Al crecer decidimos ser el uno la familia del otro.

- ¿Estamos casados o algo así?- pregunté.

Se levantó de la silla, se acercó a mi y me besó.

- ¿A ti que te parece? - fue su respuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario